Cuentos, artículos y otras ocurrencias de Maesa:


Nota biográfica



El individuo denominado José María Maesa surgió en Sevilla el 5 de noviembre de 1979, y sus pretensiones de escritor empezaron, por
Aproximación gráfica a lo que hoy en día es JM Maesa.


ejemplo, el 15 de febrero de 1994. Quizás no fue ese preciso día. Ni mes. Pero el caso es que empezaron. Desde ese momento adquirió la fea costumbre de llenar folios con su mala letra, componiendo lo que él llamaba cuentos. Llegó a perpetrar decenas de estas cosas, hoy en día perfectamente archivados en una abultada carpeta de color rojo en lo más profundo del altillo de un armario.

Mientras esto sucedía, en otro compartimento de su vida, decidió que la Historia era para él una pasión. Por lo tanto comenzó una carrera en ciencias. Esto lo mantuvo ocupado, entre frustraciones y consecución de papeles, esta vez rellenos con buena letra y con firmas monárquicas validándolos al pie. Fue un proceso rápido que culminó en, aproximadamente, un par de décadas. Pero quedó muy satisfecho, porque al terminar podía responder a la pregunta: ¿a qué te dedicas?, a lo que él solía decir, con claridad y contundencia: “soy químico fundamental, aunque he hecho la especialidad en Bioquímica Clínica y soy doctor de Biología molecular e Investigación clínica y trabajo evaluando tecnología sanitaria”.  

Entretejida con su huida hacia adelante en la ciencia, y mientras vivía en Sevilla, Barcelona, París y, un rato, en  Dublín, superó la fase de la mala letra, abandonando la costumbre de escribir a mano y pasando a confiar en las nuevas tecnologías, persistiendo, sin embargo, en el la fijación por la literatura: Hasta la fecha ha publicado un libro de cuentos: De humor apocalíptico, y una novela: D.I.O.S.,  ambas publicadas por Triskel Ediciones. Antes de eso se adentró en el mundo, también apocalíptico, de los zombis y los cómics con la serie Noctis Irae. También ha trabajado o colaborado en los medios ElClubExpress, Revista de Historia, Disparates RevïstaDiario de Sevilla y Origen Cuántico. Ya ha cosechado una innumerable cantidad – cuatro – de infieles seguidores.

En definitiva, constatamos que José María Maesa sufre una especie de fijación por los laberintos y los fracasos, pues hemos contabilizado varios laberintos en los que se ha adentrado, y en los que ha fracasado, pues ni ha hallado su centro, ni ha logrado salir, ni tampoco ha conseguido ser devorado por ningún monstruo en ellos.